lunes, 22 de agosto de 2016

Tierra Santa

Del juego de anoche me quedó el poema gritado por nuestros cuerpos. Me quedaron los momentos inesperados, las noches blancas y la seguridad de que el amor no duele...

Por el contrario, a ti, todo te deja. Te deja tu casa, tus libros, tus amigos y te espera el Oriente y los olivos. Te espera el sol y la sal del lugar más sagrado de la tierra, ahí está la verdad en cada roca.

Llévales mis lágrimas al Muro, al otro, al que separa y mata esperanzas. Regálame tus ojos para ver la casa de los primeros migrantes, enséñales tu pasaporte y diles por mi, que su destino está en su tierra.

Hoy camino como si no hubiese perdido nada, como si esa pérdida no fuera replicada mil veces por el futuro. Pero camino, porque el amor no duele contigo...

Mi corazón baila con el bouzouk y el laud, con la fe, con el saludo de paz... llévame al cielo de Dios en la tierra de los hombres.

https://www.youtube.com/watch?v=ZxSumdRChNI

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