Imagínate que mi mejor amiga fue una hormiga. No fue nada
fácil, yo crecía y pasaba a segundo, tercer y cuarto grado mientras ella
siempre estuvo en Kinder. Era frustrante pero deseaba verla y contarle todo,
enseñarle lo que no sabía. Fuimos amigas por mucho tiempo hasta que desapareció
sin dejar rastro. Lo peor fue cuando a mi papá se le olvidó la voz que simulaba
cuando jugaba conmigo a la hormiguita. Ese sí que fue el final de mi infancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario