Después de un año, tú. Tan grande y yo tan poca, como siempre. Yo la danza, la ironía. Tú ambas y lo doble, enamorado y dueño, cazador y presa, poeta y líder. Yo sólo soy poesía de un país de mudos. Errante guerrera de lo invisible, guerrera pero libre, de nadie.
Al menos un día, medio día, una noche, un beso, una mirada, un deseo... pero tuya. Más que eso ya no quiero nada, lo tengo todo. No es tanto cuando tu abrazo es infinito. Y sin embargo, tú, tu poesía.
Somos dos seres fraguados de la misma noche, dos almas castigadas porque juntas entran en conflicto. Y sin embargo, tu maldita poesía que es fuego para mi alma.
Tenemos imaginación de sobra para imaginarnos amores, nos falta espacio. Nos falta tiempo. Nos falta libertad. Imagínate un amor conmigo, embriagante, alucinante, revolucionario, sin cadenas. No podemos. Y sin embargo, tú.
Mejor imagino que no existo, que estoy varada mientras tu navegas. Soy invisible, ingenua, mediocre, flaca, poca... en resumen muy poca distancia para tan larga meta.
Y sin embargo, tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario