sábado, 7 de septiembre de 2013

Los disfraces de la felicidad

Cómo querer lo que no quiero, o bien no querer lo que sigo queriendo a pesar de todo. 
Ni siquiera es el recuerdo, no es ni la nostalgia ni el orgullo, pero me sigue atemorizando la realidad de la ausencia. No pensarte por un día es un logro que termina con esta frase; aunque te piense siempre, tu recuerdo me hace olvidarte. Más y más te olvido entre más te pienso, y es bastante el olvido entre tantos días ensimismados y lluviosos. No me esperaba tanta paz para terminar, es una cuna que duerme, me desprende casi siempre, casi porque a veces sueño, y cuando sueño no me despierto por más de un día. Soñar me deja un presentimiento raro, como de estar olvidando algo que en verdad amaba. 

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