Por fin he entendido lo que pasa, por qué quiero amarte y no puedo, por qué cada vez parece que te vas más lejos, que en lugar de quererte te repudio, me aborreces.
Lo que pasa es que eres intangible, para mi inalcansable, para ti soy invisible. Nos llegamos a amar porque nos imaginamos, nos guardamos en la memoria, nos terminamos en la imaginación, pero en realidad no existimos el uno para el otro, nunca nos conocimos.
Somos invisibles, intangibles, seres etéreos, que se escurren como lluvia sobre el cristal. Podemos igual odiarnos, no nos vemos, no me oyes, no me quieres, porque no me conoces, nunca me has visto. Ahora lo comprendo todo, quisiera mejor envenenarme de ti, sentirte dentro y que me sientas. Aquí estoy, gritarte, aquí estuve. Mientras mueres.
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