sábado, 21 de marzo de 2015
Pasatiempo de amar
Heme aquí que sin querer mi curiosidad me ha atrapado en tu silencio, aquel que repudié por ser impenetrable, ahora me ha tragado y me conquista la remota posibilidad de oír algo. Y pasa que no solo tengo ganas de escucharte, sino hasta de que me tomes, tan siquiera en la imaginación y con ella me beses donde yo te diga. Hay que ser sinceros de vez en cuando y confesar que nos hemos enamorado atraídos por la incógnita y un poco por la esperanza, aunque también habría que decir que nos alimentamos de ese futuro que nunca llega y si se acercara nos alejaríamos con tal de seguir soñando. La verdad, no es preciso que lo entienda nadie, así es para los que nos enamoramos por tener un pasatiempo, un pretexto para escribir y no estar sobrios tanto tiempo, una excusa para ser honestos.
domingo, 15 de marzo de 2015
Silencio
Me dedico a imaginar que cerrando los ojos no existe lo que no veo y que puedo disfrutar de una soledad amable como una noche llena de grillos o de una cucharada de miel.
Prefiero mi silencio benigno a tu mordaz mudez, testaruda e infantil. Porque no otorgas un preámbulo que crea expectativa, no eres un silencio forjador de ideas, delicioso para los sentidos, lo tuyo es un silencio cobarde, evasivo, un silencio que te atrapa y te inmoviliza, no eres para mi un desierto ni me puedo derrumbar en ti o llorar hasta dormir sin necesidad de las palabras; no me comunicas ni me invitas a vivir en tu mutismo, no me dejas espacio para acomodar mi silencio con el tuyo y coexistir.
Solo quiero que sepas que hubiera sido un espacio mágico, que como dice un loco "el error no es ceguera sino cobardía" y me voy a ir porque no puedo vivir en tu mudez incómoda, me voy a seguir con mi sencilla existencia, donde no me veas ser sin decirme nada.
Reconozco que a veces dices un montón de ideas buenas, que ser mejor a tu lado es más fácil y que quizá te encuentres antes de lo esperado, pero me voy porque hace rato que entendí que soy más que una esperanza y no pienso quedarme en un terreno baldío mientras espero palabras que quizá al final no me digan nada.
(Para ti, que me conoces un poco, a quién he aprendido a querer sin demandar más de lo que das, para ti que dices leerme, para ti porque te quiero)
Prefiero mi silencio benigno a tu mordaz mudez, testaruda e infantil. Porque no otorgas un preámbulo que crea expectativa, no eres un silencio forjador de ideas, delicioso para los sentidos, lo tuyo es un silencio cobarde, evasivo, un silencio que te atrapa y te inmoviliza, no eres para mi un desierto ni me puedo derrumbar en ti o llorar hasta dormir sin necesidad de las palabras; no me comunicas ni me invitas a vivir en tu mutismo, no me dejas espacio para acomodar mi silencio con el tuyo y coexistir.
Solo quiero que sepas que hubiera sido un espacio mágico, que como dice un loco "el error no es ceguera sino cobardía" y me voy a ir porque no puedo vivir en tu mudez incómoda, me voy a seguir con mi sencilla existencia, donde no me veas ser sin decirme nada.
Reconozco que a veces dices un montón de ideas buenas, que ser mejor a tu lado es más fácil y que quizá te encuentres antes de lo esperado, pero me voy porque hace rato que entendí que soy más que una esperanza y no pienso quedarme en un terreno baldío mientras espero palabras que quizá al final no me digan nada.
(Para ti, que me conoces un poco, a quién he aprendido a querer sin demandar más de lo que das, para ti que dices leerme, para ti porque te quiero)
viernes, 6 de marzo de 2015
Poder amar
Me dijeron que cuando no es él lo primero en lo que piensas al despertar, es que ya te estás curando. Y eso quería a toda costa: jalar aire en las mañanas sin tu nombre impreso en el pensamiento, como si hubiera estado ahí por años. Quería solamente abrir los ojos y pensar en el café, en ir al baño, en que se hace tarde, cualquier cosa, quería también curarme como dicen desde Sabines, curarme.
Confieso que pensé que viviría sumida en una imagen diluida entre los días, pensé que la nostalgia alimentaría los terrenos vacíos. No fue así por mucho tiempo. Resulta que de pronto me he curado, y es a la vez placentero y a la vez confuso. En qué pensar ahora mientras busco los zapatos, cómo convertir en arte algo simple como caminar a oscuras, cómo hacer café a tientas y hacerlo una hazaña; cómo, sin ser vista, llegar a ser feliz como lo soy ahora. Hace falta amar la vida tanto como para no terminar sola. Hace falta estar loca para desear aquello que no pediste, y para aferrarte además como si lo hubieras hecho.
Habría que ver quién se atreve a amar sin ser amado, a amar la vida porque existe, a amar porque puede desear lo bello, a amar porque puede, así de simple, amar.
Confieso que pensé que viviría sumida en una imagen diluida entre los días, pensé que la nostalgia alimentaría los terrenos vacíos. No fue así por mucho tiempo. Resulta que de pronto me he curado, y es a la vez placentero y a la vez confuso. En qué pensar ahora mientras busco los zapatos, cómo convertir en arte algo simple como caminar a oscuras, cómo hacer café a tientas y hacerlo una hazaña; cómo, sin ser vista, llegar a ser feliz como lo soy ahora. Hace falta amar la vida tanto como para no terminar sola. Hace falta estar loca para desear aquello que no pediste, y para aferrarte además como si lo hubieras hecho.
Habría que ver quién se atreve a amar sin ser amado, a amar la vida porque existe, a amar porque puede desear lo bello, a amar porque puede, así de simple, amar.
Mininos
A ti y a todos los mininos que alguien pudo haber
tenido y que no llegué a conocer nunca, por algo de mala suerte, por inmadurez
o por actuar precipitadamente, quiero rogarles que nos perdonen. Perdóname no
haberte ni siquiera besado antes de enterrarte lejos bajo un manzano, o un
aguacate, no importa. Me alegra que por breves noches, tú así como ellos,
lograste despertarme, por razones que no entiendo y no quiero seguir
investigando. ¿Qué sonidos abrías hecho de haberte escuchado allí dentro?
Hubiera quizá escuchado algún maullido, algún reclamo sordo a las inconsistencias
de la vida. No me atormento pensando en que debí dejarte ser, no me arrepiento
de haberte limitado antes de poder darte la vida, solo pienso en lo frágil que
es el alma que se deja conmover por un ser tan diminuto, tan frágil que puede
ser tirado a la deriva porque no ha aprendido a defenderse, ni a respirar en
ese caso. Así que a ustedes, a ti, y a todos los mininos de este mundo que no
llegaron a abrir los ojos, les digo que seguramente lo hubieran llenado de
ternura, pero han sido las almas, sus almas, las sacrificadas sin rencores para
hacernos a nosotros, a mí, a los que erramos tanto, seres un poco más
sensibles.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)