Me dedico a imaginar que cerrando los ojos no existe lo que no veo y que puedo disfrutar de una soledad amable como una noche llena de grillos o de una cucharada de miel.
Prefiero mi silencio benigno a tu mordaz mudez, testaruda e infantil. Porque no otorgas un preámbulo que crea expectativa, no eres un silencio forjador de ideas, delicioso para los sentidos, lo tuyo es un silencio cobarde, evasivo, un silencio que te atrapa y te inmoviliza, no eres para mi un desierto ni me puedo derrumbar en ti o llorar hasta dormir sin necesidad de las palabras; no me comunicas ni me invitas a vivir en tu mutismo, no me dejas espacio para acomodar mi silencio con el tuyo y coexistir.
Solo quiero que sepas que hubiera sido un espacio mágico, que como dice un loco "el error no es ceguera sino cobardía" y me voy a ir porque no puedo vivir en tu mudez incómoda, me voy a seguir con mi sencilla existencia, donde no me veas ser sin decirme nada.
Reconozco que a veces dices un montón de ideas buenas, que ser mejor a tu lado es más fácil y que quizá te encuentres antes de lo esperado, pero me voy porque hace rato que entendí que soy más que una esperanza y no pienso quedarme en un terreno baldío mientras espero palabras que quizá al final no me digan nada.
(Para ti, que me conoces un poco, a quién he aprendido a querer sin demandar más de lo que das, para ti que dices leerme, para ti porque te quiero)
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